El teatro catalán no teme a la crisis
Las salas barcelonesas logran el 20% más de público gracias a los musicales
¿Crisis?, ¿qué crisis? Los teatros de Barcelona afrontan la nueva temporada (que arrancó oficialmente anoche con la tradicional gala BCN aixeca el teló) con un insólito -visto lo que está cayendo- optimismo, justificado por las buenas cifras logradas la pasada temporada. En el marco de la galopante crisis global, los números que la Asociación de Empresas de Teatro en Cataluña (Adetca) dio a conocer ayer son realmente sorprendentes. Hacen pensar que, como señaló medio en broma al ofrecerlos el presidente de la junta directiva de la asociación, Daniel Martínez, el teatro va al revés de todo el mundo: siempre en crisis, cuando la hay en serio para todos el sector va bien. Según los datos de Adetca, la temporada pasada de los 41 teatros barceloneses de programación regular se saldó con el crecimiento "más grande de la historia moderna" -Martínez dixit-: un total de 2.654.862 espectadores que suponen 414.335 más que la temporada anterior, es decir, el 18% más de público (el 20% si se tienen en cuenta sólo los espectadores de pago). La ocupación subió 0,69 puntos y roza el 60% (59,19%), la recaudación aumentó la friolera del 37% (aumentó en 19 millones de euros), con un total de 70 millones de euros, y se abrieron cinco salas nuevas (las dos del teatro Gaudí, la nave Ivanow, el teatro del Raval y el Coliseum). Las salas alternativas también han crecido: aumento del 42% de espectadores y del 69% de recaudación."El teatro de Barcelona no puede hablar hoy por hoy de crisis", sentenció Martínez. "Cuando la crisis se expande, el teatro se hace más fuerte". El representante de Adetca apuntó que la causa principal de esta envidiable situación es el tirón que han tenido los musicales. De hecho, el espectáculo más visto la pasada temporada fue el musical Mamma mia!, en el BCN Teatre Musical con 281.874 espectadores que suponen por sí solos el 10,62% de todos los espectadores de la temporada. Otro musical, Cabaret, logró en el Apolo 150.134 espectadores (el 5,66% del total); otro más, Cómeme el coco, de La Cubana, en el Coliseum, 136.380 (5,14%), y uno más aún, Grease, en el Victòria, 132.659 (5%) -en el mismo teatro, Boscos endins, el musical de Dagoll Dagom, consiguió 61.743 espectadores (otro 2,33% que añadir a la tarta del musical)-. En total, esos cinco musicales congregaron a más de una cuarta parte del público teatral de la temporada (el 30,93%), lo que es significativo si se tiene en cuenta que se presentaron 16 musicales -apenas el 3% de la oferta por géneros- y ¡286! espectáculos de teatro dramático (el 42,14% del público).
Martínez reconoció este impulso decisivo a las cifras, pero subrayó que el éxito del musical no ha significado que otros géneros, como acaso cabría esperar, perdieran espectadores -la danza, por ejemplo, ha ganado el 2%- , sino que se ha tratado "de un aumento neto, de nuevo público".
En la lista, de los 10 espectáculos con más espectadores, los cuatro primeros puestos los ocupan musicales. El quinto es para teatro de texto, El llibertí, la ilustrada comedia con Ramon Madaula como Diderot (126.270 espectadores). La plaça del Diamant, en el Teatre Nacional ocupa la octava plaza con 45.564 espectadores. Y La sonrisa etíope, de Pepe Rubianes, la décima, con 40.043. El Liceo es decisivo en las cifras, con 311.649 espectadores, el 88,57% de ocupación y una aportación al total de espectadores de la temporada del 11,74%.
El mejor mes para el teatro en Barcelona fue diciembre. Las estadísticas confirman el pinchazo del Stalin de Flotats en el Tívoli (24.000 espectadores, sólo el 26,91% de ocupación) y el de La torre de la Defense en el Lliure (el 31,22% de ocupación).
El reto para la temporada que acaba de empezar, dijo Martínez, es conservar a los nuevos espectadores y continuar alzando el listón, con la vista puesta en los tres millones de entradas. Espacio para crecer hay: con el 60% de ocupación, recordó, quedan aún muchas butacas libres. Frente a las "ominosas predicciones económicas", consideró el portavoz de Adetca, el "sistema teatral catalán" está bien posicionado para afrontar las dificultades que vengan.
La cartelera que viene
Adetca confía especialmente en una, sobre el papel, excelente programación para esta temporada, en la que vuelven a figurar musicales capaces de arrastrar al público: Spamalot, La bella y la bestia, Mortadelo y Filemón, Què, Fama, que vuelve, Aloma, de Dagoll Dagom, y el propio Mamma mia!, que continúa en cartel. Servicaixa anunció ayer que ya ha vendido 40.000 entradas de teatro para la nueva temporada. Martínez destacó que seis de esos siete musicales (aunque sólo dos sean en catalán), son de producción catalana. Precisamente, el secretario de Cultura de la Generalitat, Eduard Voltes, criticó hace unas semanas que los musicales que triunfan en Barcelona son en su gran mayoría en castellano.
Según los datos de Adetca, la temporada pasada 271 obras eran en catalán y 104 en castellano.
Otros datos de interés: el precio medio de la entrada a musicales aumentó el 31% (de 27 a 36 euros), mientras que el precio medio del resto de los teatros se mantuvo en unos 18 euros (excluyendo el Liceo, que bajó el 4%, pero es de unos 63 euros, y las alternativas, que aumentaron ligeramente el precio hasta 9,22 euros de media).
Una temporada en el cielo
- La temporada 2007-2008 tuvo 2.654.862 espectadores, el 18% más que la anterior.
- Se recaudaron casi 70 millones de euros, el 37% más que en la temporada 2006-2007.
- El espectáculo más visto fue 'Mamma mia!', con 281.874 espectadores, el 10% del total.
- Cuatro musicales copan las primeras posiciones de la clasificación de montajes con más público.
- 'El llibertí', con Ramon Madaula, fue el montaje de teatro de texto con más espectadores, 126.270, en el Poliorama.
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