RepúblicaCultural.es, 29-Junio-2009

Pedro Casablanc: "¿Qué cosa hay más insegura, por lo intangible de sus principios, que la Iglesia, la inventora de lo dogmático?"

La trayectoria profesional de Pedro Casablanc viene avalada por grandes personajes e intensas interpretaciones que lo han convertido en uno de los nombres imprescindibles de nuestra escena.

Formado en el Centro Andaluz de Teatro y posteriormente en el Teatro de La Abadía, fue quizá con Andrés Lima y su compañía, Animalario, con los que este gran actor fue reconocido como tal.

Hasta hace unos días ha sido Creonte, en la trilogía, “Edipo”, dirigida por Georges Lavaudant en Las Naves del Español…

Hablamos con el actor sevillano:

Edipo busca la verdad y tu personaje, Creonte, manipula su propia verdad. La verdad es un tema de suma importancia en esta trilogía. ¿Cuál es su precio. Su búsqueda tiene un final feliz. Existe la verdad. Somos lo suficientemente valientes para mirarla cara a cara?

En esta trilogía, el precio de la verdad es la muerte. La búsqueda de la verdad, rara vez tiene un final feliz. Por algo somos cada vez más hipócritas. Lo que se da en llamar “políticamente correcto” no es otra cosa que una forma de mentira. Utilizamos la mentira para protegernos, para sacar adelante nuestras ambiciones. La diferencia entre Edipo y Creonte radica precisamente en eso. El primero es un héroe, un mito porque quiere conocer la verdad sin temor a sus trágicas consecuencias. Igual que su hija Antígona. Creonte, en cambio, es un personaje más próximo a lo humano. En efecto, es un manipulador. Porque el precio de la verdad para él, como para tantos mandatarios que hoy mismo nos rodean, puede ser también trágico, aunque sólo suponga pérdida de votos en las urnas o pérdida de beneficios económicos. Actualmente se fabrican verdades a fuerza de repetir mentiras y esto es realmente trágico. No nos interesa mirar la verdad cara a cara. Es más cómoda y más rentable la impostura, parece que, además, da más dinero.

Creonte es un dictador, un tirano… ¿tras su aparente intolerancia e inflexibilidad habita, quizá, la inseguridad. Tras los dogmas se halla la inseguridad?

Con toda certeza. Qué cosa hay más insegura, por lo intangible de sus principios, que la Iglesia, la inventora de lo dogmático. La falta de coherencia de ciertos dogmas que han sido creados para el beneficio propio. Cuando un gobernante tiene que cambiar leyes para poderse proteger, y esas leyes se convierten en dogmas estamos ante una de las mayores tragedias morales de nuestra historia reciente. Y eso lo vemos a diario, lo sufrimos a diario, y parece que no hay nada que hacer. La seguridad viene avalada por el dinero. No hay hombre más peligroso que el que no necesita nada.

La dualidad “Sistema legal y Ley natural” o “Ley y justicia (moral)” es algo que encontramos en las tres partes de esta obra. ¿Cómo y dónde se halla el equilibrio?

Tal y como están las cosas en la política actual, estas reflexiones han quedado como simples planteamientos filosóficos y retóricos. De ahí que los plantee Sófocles. Creo que hoy en día nos interesan más otras cuestiones: tener o no tener dinero para poder manipular todas las leyes, es una de las más importantes. Por poner un ejemplo italiano: Si “ley natural” es que, como hombre, me gusten las chicas jovencitas y “sistema legal” es que, como adulto, está prohibido abusar de las menores, como hombre-adulto-gobernante ¿en qué puedo invertir mi fortuna para no acabar con mis huesos en la cárcel?

¿Cómo ha resultado el trabajo con Georges Lavaudant y su planteamiento teatral?

Una búsqueda inquietante y motivadora. Lavaudant respeta mucho a los actores pero es muy exigente con su planteamiento, prescindir de todo lo accesorio, hacer hincapié en un texto que debía sonar rotundo y preciso como las piedras de la Acrópolis… Creo que algo de lo que quería está en este Edipo. Unos códigos nuevos a los que tuve que adaptar mi bagaje de anteriores trabajos. No siempre fácil de comprender, pero al final ha resultado muy gratificador. Un reto salir a escena cada día.

Comenzaste tu carrera en la Compañía Teatro de la Jácara y posteriormente en el CAT. ¿Cómo se produce el paso de Bellas Artes al arte teatral?

Soy actor vocacional. No tengo ningún reparo en reconocerlo. Desde muy pequeño me han fascinado los grandes actores, Olivier, Burton, etc, que conocía a través del cine. Quería ser como ellos. Por circunstancias familiares acabé en Sevilla estudiando Bellas Artes, pero no acababa de ser lo mío, aunque siempre tuve facilidad para el dibujo y la pintura. Formé un pequeño grupo de teatro en la facultad y debía hacerlo bien porque enseguida me llamaron para trabajar en compañías independientes, como la Jácara, que ya se ganaban la vida haciendo bolos. Para mí fue en salto importantísimo y unas de las mayores ilusiones de mi vida. Después de varios años recorriendo pueblos con obras como “Esperando a Godot”, tuve una oferta del Centro Andaluz de Teatro que me abrió las puertas a la profesión. Estuve en cuatro montajes del CAT antes de llegar a Madrid con una coproducción entre CAT y Goliardos: un “Don Juan Tenorio” dirigido por Ángel Facio.

En 1991 llegas a Madrid para continuar tu formación en el Teatro de la Abadía; tu carrera está ligada a títulos de gran envergadura y compromiso ¿Qué le pides a un proyecto teatral para formar parte de él. El compromiso ha de estar unido al teatro, a su función social?

Cada vez tenemos más miedo al compromiso. Nos comprometemos con causas que están lejos de nuestro entorno. Esto no deja de ser un acto de generosidad que a la vez calma nuestras conciencias. No digo que no haya que hacerlo. Es más fácil ayudar a una ONG que socorrer al vecino de al lado que está en paro. En el teatro necesito que el texto y su posterior versión, (siempre hay una), responda a mis expectativas, que por otra parte, no siempre son las mismas. Dependen de mis circunstancias personales en cada momento. He llegado a un punto, en parte gracias a la televisión, en que puedo elegir mis proyectos en teatro, lo cual es un privilegio. Los grandes autores siempre están en mi punto de mira, así como textos que supongan retos actorales, hablar en escena, y no desafíos acrobáticos. El único compromiso del teatro sería cumplir su función de deleitar instruyendo, lo demás, la parodia, la broma calcada de programas humorísticos de televisión, el teatrito de youtube, no tengo edad para que me interese. Espero que mis hijos y mis nietos lo pasen muy bien con estas nuevas tendencias. Yo prefiero quedarme en casa leyendo el Quijote o a Montaigne, que procuran un placer infinito.

Tu nombre ha estado unido a varios proyectos de la compañía Animalario; una compañía teatral cuyo trabajo es siempre arriesgado y novedoso ¿Estimas que al teatro hoy en día le falta un poquito de osadía, de riesgo..?

Creo que, a menudo, le sobra… Cuando, en un teatro de cierto nivel, todas las apuestas son arriesgadas, y todas funcionan, es síntoma de que quizá hemos acabado viviendo en la cuerda floja y ya no nos da miedo el abismo. Si todo vale, ¿dónde está el reto? Cuando oigo hablar de teatro arriesgado y novedoso me pregunto ¿respecto a qué? No tengo referentes para asumir ciertas propuestas de riesgo, me gustaría haber conocido antes el entramado original sobre el que se arriesga. Si como pintor me consagro haciendo garabatos, seré muy feliz y ganaré mucho dinero, pero… Al decir esto no me estoy refiriendo al trabajo de Animalario, que admiro aunque no siempre comparta sus planteamientos. Pero en general es de justicia decir que sus montajes tienen una tremenda coherencia estética y de contenido. Y es de agradecer que sean tan genuinamente españoles y no copien tendencias alemanas o francesas que se ven como postizos en ciertos montajes aparentemente vanguardistas.

Uno de los grandes títulos en los últimos tiempos ha sido la obra de teatro “Marat-Sade” que dirigió Andrés Lima y que protagonizaste junto a Alberto San Juan ¿Qué supuso para ti tu participación en esa gran aventura teatral?

Animalario es Andrés Lima. Es un genio al que quiero, admiro y envidio. Un creador único. Su enorme capacidad de trabajo, de convocatoria, su proteica adaptación a las tendencias, su buen humor, hacen de sus espectáculos un fiel reflejo de su personalidad abrumadora. Ante semejante fenómeno uno no puede más que inclinarse o rebelarse. Yo soy un tipo demasiado racional y pudoroso. A veces la timidez me juega malas pasadas. Después de dos intensísimas experiencias con “Copito de Nieve” y la sustitución del propio Andrés que hice en “Hamelín”, creo que “Marat”, un espectáculo mágico como casi todos los suyos, acabó por superarme por lo que requería de implicación íntima personal. No estuve a la altura. Espero volver algún día: echo de menos sus abrazos de oso.

Has impartido talleres teatrales ¿Percibes que en la actualidad el actor que comienza su carrera tiene demasiada prisa por llegar, por ser famoso… crees que el prestigio ha sido desplazado por el valor del mediatismo?

El problema es que yo ya no sé dónde está el prestigio. O ¿qué es el prestigio? José Tomás ¿es el más prestigioso de los toreros porque no quiere salir en televisión o porque no comparte medallas con los que sí salen? A bote pronto te diría que actualmente en España tienen prestigio los actores de cine, porque los medios de comunicación se han encargado de que lo tengan, hayan o no hecho teatro. Un actor que hoy sólo haga teatro en nuestro país puede ser un gran profesional, pero no aspirar a ningún tipo de reconocimiento… Los jóvenes viven deslumbrados por la fama, y el camino que lleva a ella, por suerte o por desgracia, no pasa por una formación rigurosa ni mucho menos. Muchos han sabido convertirse en estrellas sin haber abierto un libro. Sólo puedo decir: ¡ole sus cojones!

De igual manera has dirigido teatro, supongo que tu experiencia como actor te aportará una visión diferente a la hora de afrontar un trabajo desde la visión del “director” ¿no es así?

Por supuesto. Siempre va a aportar algo más al trabajo un buen director que haya sido actor o que compagine dirección y actuación. José Luís Gómez o Josep María Flotats son un buen ejemplo. También he conocido casos de buenos actores que son pésimos directores. Como director, que no deja de ser un espectador privilegiado, me interesan los actores y el texto, cómo se expresa el autor de otros tiempos o de estos a través de un actor que tengo delante hoy, ahora. Me interesan los mecanismos físicos y psicológicos que cohíben el trabajo del actor, así como los que lo potencian. Pero es importante encontrar los puntos débiles, y para eso hay que haberlos sufrido antes en carne propia. Yo puedo ayudar a un actor, puedo dirigirlo si sé lo que le pasa, si conozco sus barreras. Y es curioso, pero todos pecamos de lo mismo, o tropezamos siempre con la misma piedra.

Hemos comentado que en tu trayectoria has interpretado papeles interesantes, intensos, hermosos… ¿de cuál de ellos te ha quedado mejor recuerdo y qué personaje te gustaría interpretar?

No podría nombrar uno sólo. Me quedan tantos por hacer… Otros, por edad, pueden que hayan quedado atrás, aunque nunca se sabe. Pero ahora, lo importante no son los personajes sino la propuesta del director a la hora de montarlos. Si no llego a un acuerdo satisfactorio para ambas partes no me merece la pena. No me apetece nada hacer Othello en calzoncillos o con una bolsa de basura en la cabeza, y eso se lleva mucho, demasiado. También puede ocurrir que te llamen para hacer un personaje que en el texto original tenga importancia y que durante el proceso de ensayos acabe quedándose en una anécdota. No quiero volver a pasar por eso.

¿Cuáles son tus próximos proyectos, teatrales y televisivos?

Espero volver al Teatro de la Abadía el próximo año para celebrar el 15 aniversario de su fundación. Carles Alfaro va a dirigir “El arte de la comedia”, una obra preciosa de Eduardo de Filippo, sobre la magia del teatro. Mientras seguiré haciendo televisión que es el mejor escaparate que tenemos los actores para ofrecer nuestra mercancía.

La Vanguardia, 26-Junio-2009

La patriótica ausencia

Llego tarde a la polémica por haber estado alejada de Barcelona unos días. En el ordenador del hotel, justo en el centro de Jerusalén, escucho la entrevista que Josep Cuní ha hecho a Hilari Raguer. Se duele, el monje, de la ausencia de autoridades catalanas en el entierro de Vicent Ferrer, y recuerda el carácter de “catalán universal” de este gran hombre. Busco más información y me la ofrece La Vanguardia, explicando que José Bono, representante español en el funeral, ofreció viajar a India a todos los portavoces parlamentarios. Sorprendentemente, todos los políticos catalanes descubrieron que tenían una agenda tan abultada de citas ineludibles, que no podían hacerse un hueco para rendir homenaje a Vicent Ferrer. ¡Demasiadas cosas importantes en sus vidas de gente importante! Y así, todos estos notables tipos, que dicen representar a este sufrido país, algunos tan llenos de patriotismo que mean en cuatribarrado, practicaron el peor agravio patriótico: insultar, por sonora ausencia, a un gran ciudadano catalán. ¿Será que el viaje era pesado, y no incluía paseítos turísticos? ¿Será que no se trataba de uno de esos actos lucidos, donde el político de turno se lleva a TV3 en la mochila, y vende minutos de Telenotícies, como si fuera un estadista? Será y... será también lo de siempre, la endémica ingratitud de este país acomplejado, que odia tanto la excelencia, que no sabe qué hacer con ella, eternamente acomodado en una feliz mediocridad. Vicent Ferrer ha sufrido el mismo desprecio que han sufrido todos los grandes catalanes, generalmente ignorados, despreciados o directamente maltratados por su propia sociedad. Y, en la muerte, rápidamente olvidados.

Los ejemplos abundan de tal manera que sólo cabe recordar el desprecio que sufrió Victòria dels Àngels, aplaudida en todos los centros operísticos del mundo como una grande entre las grandes, y sin embargo menospreciada en Catalunya, al punto de no poder actuar en el Liceu durante décadas. Podríamos hablar de J.M. Flotats, de Salvador Espriu, etcétera, y en todos los casos llegaríamos a la misma conclusión: Catalunya no sabe qué hacer con la grandeza. Cuando alguien sobresale por encima del bajo techo que hemos ido construyendo, buscamos desesperadamente una buena daga con la que cortarle rápidamente el cuello, no fuera caso que nos mareara su altura. Y así se suceden las críticas desaforadas, las enfermizas burlas al éxito ajeno, los insultos de barrio y todo el ritual de desprecio propio de la gente mezquina. De ahí que nuestros grandes siempre son grandes en soledad, y generalmente son grandes en el olvido. ¿Extraño, pues, que ningún político catalán haya honrado a Vicent Ferrer? ¿Por qué tendría que ser extraño? El desprecio es genuinamente catalán, tanto que tendríamos que incluirlo como seña de identidad. Puro patriotismo. Tanto, que los buenos patriotas se quedaron en casa.

El Periódico, 25-Junio-2009

EL GRAN FESTIVAL DE VERANO DE BARCELONA

El Grec rinde homenaje a sendos textos capitales de Pla y Sagarra

  1. Josep Galindo y Pablo Ley llevan al Romea ‘La ruta blava’, el viaje a Tahití del escritor barcelonés
  2. Joan Ollé estrena en el Espai Lliure su versión de ‘El quadern gris’, el dietario del autor ampurdanés
El teatro lleva tiempo ampliando su mirada más allá de los textos escritos para la escena. El festival Grec se apunta este año a esa tendencia con sendas adaptaciones que rinden homenaje a dos figuras de la literatura catalana del siglo XX: Josep Pla y Josep Maria de Sagarra. El quadern gris del primero sube hoy al escenario del Espai Lliure para cuatro funciones que tienen sus entradas agotadas. Más tiempo habrá para ver La ruta blava de Sagarra, otro gran texto que se estrenará mañana en el Romea, donde permanecerá hasta el 2 de agosto, día del cierre en el Grec.

A la la tarea de adaptar un dietario y un diario de viaje, que acaba de reeditar Edicions 62, se apuntaron lógicamente unos especialistas. Removiendo en su librería, Joan Ollé se topó con El quadern gris. Haberse enfrentado en los últimos años a una novela (Soldados de Salamina) y a un largo poema (Coral Romput) le ayudó a dejar las 600 páginas del libro en 33 folios. Las palabras del escritor ampurdanés llegarán con tres intérpretes del equipo habitual de Ollé: Montserrat Carulla, Joan Anguera e Ivan Benet. A estos últimos les corresponde el juego de ser el Pla viejo y el joven. La actriz encarna a otros personajes citados en el dietario.

MEMORIA HISTÓRICA / Josep Galindo y Pablo Ley, mientras, han orientado su trayectoria hacia el teatro–documento, con atención a la memoria histórica de la guerra civil. «Se ha de reflexionar sobre ese tiempo sin coger el fusil ni ponerse en la trinchera», puntualiza el dramaturgo Ley. Ambos reconocen que la propuesta de La ruta blava no hubiera existido sin Homenatge a Catalunya, su montaje del 2004 a partir de la novela homónima de George Orwell, militante del POUM, que viajó a España para luchar en el bando republicano. En las mismas fechas, Sagarra, amenazado por los anarquistas, se marchaba, primero a París, y luego a Polinesia. Huía de una Europa en crisis.
Las propuestas de Ollé y del tándem Galindo–Ley mantienen muchos puntos de conexión, al margen de recoger el universo de dos autores de actitud política y vital no exenta de polémica. El quadern gris está articulado en dos partes. La primera se desarrolla en un patio de Palafrugell.
La segunda pasa en una pensión barcelonesa, que podría ubicarse en la calle de Pelai o en La Rambla. El primer acto de La ruta blava es el viaje en barco de Marsella a Tahití. Y el segundo recoge la estancia en la isla, donde se desmitifica el paraíso.
La riqueza del lenguaje une también a las dos piezas. Pla y Sagarra fueron dos maestros en el uso reiterado del adjetivo, lo que por contra se convierte en una dificultad para los intérpretes. Joan Anguera, en El quadern gris, y Jordi Martínez, en La ruta blava, llegan a encadenar 10 adjetivos seguidos en una de sus frases en escena. «El texto de La ruta blava es terriblemente rico en sensualidad e imágenes», explica Ley. «Y con caminos muy estrechos para poder acceder», añade Galindo. La adaptación de Ollé y Carles Guillén ha intentado potenciar «una teatralidad de bajo voltaje con los fragmentos de El quadern gris que más ayudan».

UN PLA RECONOCIBLE / Donde ambas propuestas no coinciden es en la aproximación a los autores. Joan Anguera es un Pla reconocible, aunque nunca con la voluntad de una imitación como la que hizo Ramon Fontseré con Els Joglars o Flotats en Ara que els ametllers ja estan batuts. Sí hay en La ruta blava la mirada global de Sagarra, a través de una galería de ocho personajes, pero no uno que sea en concreto el poeta, dramaturgo y prosista barcelonés. Jordi Martínez, sin embargo, es a un poeta de un país en guerra. «Representa a Sagarra sin serlo», apunta Ley.
«Teníamos que trabajar la identidad de esos personajes con actores de gran carácter», explica Galindo. La presencia de Jordi Banacolocha, Manel Dueso y Rosa Galindo, por ejemplo, da fe de esa intención.

Tribuna de Salamanca, 25-Junio-2009

Dos monstruos de la filosofía moderna francesa frente a frente. Mucho de imaginación y más todavía de reproducción ideal de dos sabios galos que se mueven en un contexto muy grande, tanto que en el texto de Jean-Claude Brisville adaptado para las tablas por Flotats hay mucho más de humanidad que de filosofía.


Hacer una obra de teatro sobre teorías racionalistas hubiera dejado el teatro Caja Duero vacío: porque el intelectualismo espanta a las masas tanto como el espejo en el que se miran. Por tanto, nada mejor que rebajar a los genios a los grandes conceptos. Josep María Flotats (es decir, Descartes) y Albert Triola (Pascal) se enzarzan en una discusión, una larga conversación que recuerda mucho al teatro de tintes clásicos, vestimenta incluida, y donde lo que importa es la palabra y no la parafernalia.

Teatro clásico
Para los que quieran ver la segunda y última sesión hoy en el Caja Duero (también a las 20.30 horas), más les vale no hacerse ilusiones “de Festival”, sino más bien recibir una dosis de argumentación y profundidad. Flotats es un actor como la copa de un pino, al 100% o a medio gas.

Triola da vida a un Pascal sumido en una profunda depresión que le hace ver los fallos ajenos y no los suyos mismos; frente a él, un perro viejo (el actor y el filósofo) que ya ha cimentado su gran teoría racionalista del Discurso del método y que ya está más que escarmentado de lo bueno y lo malo, de sus fallos, de sus aciertos, y sobre todo, que no para de polemizar sobre todo, censura incluida.

Detrás uno de los gigantes de las tablas españolas: Flotats va a lo suyo y es todo un regalo verle actuar y hablar, dar vida a uno de los mitos del saber occidental y que creó toda una forma de ver el mundo. Racionalismo vs misticismo, esto es, Descartes contra Pascal, senectud y juventud, tablas de dos actores a dos niveles.

La obra ha arrastrado un gran éxito allí por donde pasó, una modalidad de conversación teatralizada que ya explotó a fondo con ‘La cena’ (aquí fue la política el momento cumbre) y que igual que El encuentro o el Marat-Sade se convierten en piedras de toque del discurso intelectual en un panorama teatral que cada día tiende más a romper cristales por el mero hecho del ruido, que no del mensaje. Quizás por eso es bueno que existan obras de teatro como las que hace Flotats, con la palabra justa.

Tribuna de Salamanca, 24-Junio-2009

Ser otro. Y parecerlo. Estallar la realidad con la dinamita de la ficción. La rutina del actor. “Es prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado una vez”, afirmaba Descartes. “Los actores siempre decimos la verdad


Los actores y los poetas, que a veces hasta adelantan el futuro. Eso sí, sobre el escenario”, se defiende el actor que lo interpreta. Josep María Flotats es uno de los pocos actores españoles de teatro que no necesita presentación. Le avala una vida entera sobre las tablas. Ha sido Don Juan Tenorio, el Quijote o Stalin. Hoy y mañana, en Salamanca, será René Descartes. El teatro de Caja Duero acogerá, a las 20.30 horas, la obra El encuentro de Descartes con Pascal joven, que narra el encuentro que entre los dos genios se produjo el 24 de septiembre de 1647. Flotats en estado puro.
“Descartes es muy atractivo, por su lucidez y su distanciamiento con las pasiones. Es un personaje que uno prepara como siempre, leyendo y documentándose, pero también con especial dedicación”, afirma el barcelonés, que se mete en la piel del francés después de haberlo hecho en la de Stalin. “Ésa máscara fue fácil de quitar. En el mismo camerino dejaba de ser él después de cada actuación. No es fácil convivir con un monstruo así”, asegura, consciente de su capacidad para encarnar con la máxima veracidad a los personajes más dispares.

Sobre la obra de esta noche, tiene claro que “Descartes y Pascal son dos genios, dos luces muy potentes, las dos cabezas más importantes de su era. Se encuentran y lo que pasa es algo sorprendente. No hablan de tratados filosóficos, sino de familia, sentimientos, vida, religión, censura… de sus convicciones sobre la vida.”. Un trabajo de recreación, la obra, de la que Flotats quiere restarse méritos: “el éxito de esta obra popular se produce gracias al talento del dramaturgo Jean-Claude Brisville y de la traducción de Mauro Armiño. Los temas que se abordan son los que nos interesan a todos, los que hablan de todos nosotros. No hace falta ningún nivel para entender todo lo que se dice sobre el escenario”. Sencillez, pero no simpleza. Si el encuentro se produjera hoy, cuatro siglos después, las constantes emocionales de las dos luminarias serían las mismas: “Descartes le confiesa a Pascal que lleva cuatro años trabajando en la teoría de Copérnico, pero que, cuando descubre lo que le ocurrió a Galileo, no lo publica. Y ése es el embrión de la teoría de la relatividad. Da que pensar dónde estaría la Humanidad si la censura nunca hubiera existido”.

Flotats hace honor a una tradición oral con la que el teatro entronca. Flotats cree en la palabra. “Recomiendo al público que venga con ganas de escuchar. Todos nos dicen después de la obra que se les ha hecho corta, que quieren más. Y sonríen mucho. Descartes y Pascal dialogan, y eso es algo que hemos perdido. Silencio, se habla, leí en un artículo que me gustó hace poco. Hoy los conceptos de sociedad son muy distintos a los de el Siglo XVII, pero ellos son dos hombres de bien que están hablando. Eso es lo que importa”.

Descartes, perdón, Flotats, ha vadeado entre Francia y España a lo largo de su trayectoria profesional, lo que le ha dado una estimable perspectiva de ambas escenas. “En los últimos 15 años, España es equiparable a Francia en la forma de entender y practicar el teatro. Todavía hay cosas que mejorar, pero es que España todavía arrastra los 40 años de parón que sufrió. Claro que una democracia no se improvisa, no son lo mismo 150 años que 30”. A pesar de todo, no se atreve con un pronóstico: “Yo soy un pesimista. Activo, pero pesimista”.

El intérprete sabe que llega a una ciudad en la que se presta especial atención al debate sobre la gestión cultural. En 1995, fue nombrado por Real Decreto Fundador y Primer Director del Teatro Nacional de Cataluña. “A mí los modelos que me han formado son los que he vivido en Francia, la formación de las compañías y los teatros nacionales. Creo que esa es una forma de entender el teatro, pero cada uno sabrá”, afirma. Dudas razonables, racionales. Descartianas. Interpreto, luego existo.

Tribuna de Salamanca, 22-Junio-2009

Caja Duero trae, los días 24 y 25, ‘El encuentro de Descartes con Pascal joven’, mientras que el Festival CALÉ cierra eventos en Fonseca. La maratón de la noche del sábado 27, la oferta de más volumen


Cada semana parece marcada por algo en concreto. En este caso, por la Noche Blanca salmantina, del 27 al 28 de junio, un fin de semana a toda velocidad con 70 actuaciones en 34 espacios que no daría para que cupiera en esta página y que aparcaremos sólo con un dato: arranca a las 20.45 horas del sábado y se prolongará hasta que el cuerpo aguante la madrugada o el mediodía, en función de las ambiciones que se tengan.
Luis Cadenas

Esta cita tiene dentro de la programación, el espectáculo del Nuevo Ballet Español, Sangre, con la coreografía y dirección artística del dúo Rojas & Rodríguez, que aúna modernidad y tradición flamenca a partes iguales. Una forma más avanzada de ver la fusión de los ritmos de siempre en la danza española que mezcla los palos flamencos (bulerías, tangos, zapateado, jaleos o martinetes) con otro tipo de coreografías. Y es que hay mucho flamenco en la semana, con el FestivalCALÉ en su segunda parte el viernes 26 y también el sábado: primero con Fuensanta La Moneta a las 22.30 el viernes en el Claustro de Fonseca y Lo que trae el aire, y segundo, el sábado con Diego Carrasco (misma hora, mismo lugar) con En familia.

El gran teatro con Flotats
Otra cumbre todavía más grande es El encuentro de Descartes con Pascal Joven, producción de Josep María Flotats que se une a Albert Triola para representar un debate filosófico y espiritual como pocos en la historia, una de las obras más esperadas (teatro Caja Duero) en dos sesiones, el miércoles 24 y el jueves, ambas a las 20.30 horas a 10 y 20 € la entrada). Y una recomendación del propio Flotats: “El espectador saldrá del teatro más feliz, relajado y, probablemente, más inteligente”.

Aparte queda lo que se escapa a esos eventos: hoy lunes, a las 20.00 horas, en el CAEM (10 euros la entrada), aparece la Orquesta Sinfónica del Conservatorio Superior de Música de Salamanca con obras de Ravel y Stravinsky, un programa más contemporáneo para mostrar el talento de la gran academia local. Mañana, la penúltima entrega del ciclo de Cine Brasileño de la Filmoteca de Castilla y León en el teatro Liceo (20.15 horas, 1,20 euros la entrada), ‘Radio Favela’, película de 2002 de Helvécio Ratton.

Por último, SalaMarte regresa con Salaslam Session, en la plaza del Liceo a las 20.00 h., con el poeta y escritor Gonzalo Escarpa. Será la última semana de junio y el final de una carrera para ver qué depara el desierto veraniego.

Salamanca24horas.com, 21-Junio-2009

Teatro con José María Flotats el 24 y 25 de junio
En la sala de Caja Duero dentro de la programación de su Obra Social


El teatro de Caja Duero acogerá los próximos 24 y 25 de junio, a las 20:30 horas, la obra de teatro 'El encuentro de Descartes con Pascal joven', dirigida y protagonizada por Josep María Flotats, que organiza la Obra Social de entidad financiera salmantina.


Únicamente se vieron una vez en la vida Pascal y Descartes, los dos filósofos más grandes de su época. De lo que pudieran hablar o hacer en dicha reunión del 24 de septiembre de 1647 nadie lo sabe, pero da pie al dramaturgo Jean-Claude Brisville a la imaginación de lo que ocurrió en dicha reunión entre los dos grandes pensadores.

Indagando en las gran cantidad de correspondencia que dejaron ambos, Brisville ofrece un excelente texto con los posibles diálogos entre ambos, dominados por el humor y la ironía, realizando un estudio detallado en la forma, ritmo, y expresiones de su actuar, creando dichos diálogos entre las dos figuras de pensamientos opuestos, pero que a su vez se admiraban mutuamente.

Ello llevará al espectador a admirar el cuidado en el hincapié sobre la musicalidad, ritmo y fuerza de sus palabras y de sus contenidos, haciéndonos a cada uno sentirnos más inteligentes y humanos.
Una comedia inteligente, en la cual Josep-María Flotats y Albert Triola, representarán y expresarán el pensamiento y actuar de estos dos grandes genios Universales de todos los tiempos.

Diario Vasco, 20-junio-2009

TEATRO EL ENCUENTRO DE DESCARTES CON PASCAL JOVEN

!Silencio, se habla!

Esta reseña también se podría titular Menos es más. La representación es corta, una hora y diez minutos. La escenografía casi parece pedir excusas por estar ahí. La iluminación mantiene una delicada penumbra que, a su vez, convierte el patio de butacas en un espacio al que se arranca su habitual oscuridad. El vestuario no busca candidatura alguna a los Max. Todos estos elementos están encaminados a que nada nos despiste de los dos protagonistas de la función que, al mismo tiempo, se mimetizan con el entorno. Flotats director nos entreabre una puerta para dejarnos mirar dentro. Y parece decirnos que no hay tiempo para adornos ni florituras. ¡Silencio, se habla!

Un Descartes maduro, con su pensamiento filosófico reconocido, muestra su admiración por un joven Pascal que ha revolucionado desde temprana edad la física y las matemáticas. El autor del Discurso del método no puede entender que la pasión y el sufrimiento religioso impidan a Pascal avanzar en sus investigaciones científicas. Éste ve en Dios el altar donde sacrificar teorías demasiado terrenales. El encuentro es intenso y respetuoso, estéril y enriquecedor para ambos. Al menos todo esto es lo que parece contarnos Jean-Claude Brisville sobre esta cita entre dos pensadores y científicos del que no existen referencias escritas.

Anteriormente vimos de este mismo autor (y con Flotats también al frente) La cena. Los personajes de Tayllerand y Fouché mantenían unos diálogos que parecían combates de esgrima. La pompa, el terror y la fuerza de la Revolución francesa corría por las venas de esos dos políticos pendientes de sí mismos. En El encuentro todo es más intimista. Los palacios de entonces son ahora paredes de convento. No hay mayor ambición que el intercambio de opiniones. Para Brisville estas dos grandes personalidades prefieren cederse el paso, aunque en ocasiones ninguno entienda el camino del otro.

Flotats vuelve a dar otra buena muestra de esa sabiduría actoral que le sobra. Control y precisión; tacto, energía (sin necesidad de chillar) y delicadeza son herramientas que utiliza perfectamente. Lo tiene difícil el joven Albert Riola a su lado, pero cumple la misión a la vez que, supongo, irá cogiendo apuntes.


Diario Vasco, 18-Junio-2009

JOSÉ-MARÍA FLOTATS, DIRECTOR Y ACTOR
El Victoria Eugenia ofrece este fin de semana la obra de Brisville, 'El encuentro de Descartes con Pascal joven'

Sólo una vez se encontraron Descartes y Pascal, los dos filósofos más importantes del XVII. Fue el 24 de septiembre de 1647. No existe rastro escrito de aquel encuentro que más de tres siglos después ha imaginado el dramaturgo Jean-Claude Brisville. Una cita con dos personalidades y dos vidas fascinantes que siguen perteneciendo a nuestro tiempo.

- ¿Qué plantea el autor sobre ese encuentro?
- Un diálogo, no un enfrentamiento. Hay confrontación de ideas y de posiciones sobre la vida, el arte, la salud, la política. Se sabe que estuvieron juntos más de cinco horas, pero no hay ningún testimonio escrito ni posterior correspondencia entre ellos. El autor se inspira no sólo en la obra escrita de ambos, sino en la enorme correspondencia que existe de los dos con otras personas. A partir de ahí Brisville construye unos personajes vivos porque en esas cartas están sus preocupaciones y anhelos.

- Eran las dos mentes más brillantes del siglo XVII
- Probablemente, pero no olvidemos que cuando se encuentran, Descartes ya había publicado toda su obra, mientras que Pascal no. En ese momento estaba en una de sus crisis místicas y deseaba abandonar toda la investigación científica y prepararse para el más allá. Ese fue uno de los choques con Descartes, que creía que esos pensamientos no debían ser para Pascal incompatibles con seguir con los temas científicos.

- Aunque se trata del encuentro de unas personalidades tan lúcidas, dice usted que no es una obra intelectual.
- No se dirige a gente con elevados estudios, ni a especialistas en historia o filosofía. Ellos son dos espíritus muy brillantes que hablan de la condición humana y lo hacen de temas que son todavía hoy contemporáneos. El tiempo pasa, pero las preguntas son las mismas. Puede cambiar la manera de resolverlas, no lo básico.

- ¿Qué destaca de Descartes y Pascal en la época de su encuentro?
- Pascal se ha unido a los jansenistas, un pequeño cisma del catolicismo. Piensan que la Iglesia no es sólo algo espiritual, sino que está demasiado comprometida con el poder. Se enfrentan a los jesuitas, representados por Richelieu y el poder absoluto de Luis XIII. Hoy en día podríamos llamar, quizás mal interpretado, al Pascal joven como uno de los primeros cristianos con un cierto integrismo.

- ¿Y Descartes?
- Es el hombre que, antes del llamado siglo de las luces, ya exige el derecho a pensar libremente. Eso era suficiente para ir a la hoguera, lo que explica que la mayor parte de su vida la vivió en Ámsterdam y no en Francia. Era una ciudad protestante, progresista y libre. Descartes dice que allí la gente se ocupa de los negocios y se puede pasar desapercibido. Tanto Pascal como Descartes coinciden como pensadores al margen de la sociedad dominante, pero entre ellos no comparten las mismas ideas sobre la vida. Debaten, pero no se oponen. Son hombres de bien, algo que hoy está en desuso. Están convencidos de sus ideas, pero se escuchan y dialogan.

- ¿La racionalidad de Descartes frente a la pasión de Pascal?
- Descartes intenta que la razón impere siempre y Pascal no puede entender eso. Cree que hay algo más, algo que nos supera. Pascal fue un hombre pobre, que vivió poco y con una salud muy frágil. Tenía terribles dolores de cabeza y estomacales. La obra habla de las pocas horas que el dolor le dejaba concentrarse y escribir.

- Hay una similitud con La cenaLa cena, también de Brisville que usted dirigió e interpretó, con Carmelo Gómez acompañándole en escena. Aquel encuentro ocurrió entre dos políticos, Tayllerand y Fouché, personajes de la Revolución francesa.
- El paralelismo es que ambas obras parten de un hecho real y contrastado, pero no tienen nada que ver entre ellas. La cena era un encuentro entre dos políticos astutos y corruptos, que se cambian cromos para mantenerse en el poder. Y lo de ahora es otra cosa bien diferente: el diálogo entre dos hombres que intentan convencerse el uno al otro sobre lo que creen que es la verdad. El encuentro es una obra más profunda en lo que a pensamiento y debate se trata, es brillantísima y amena. El público lo entiende todo y puede participar con esos dos grandes pensadores al mismo tiempo que se va instruyendo. Me dicen que salen más inteligentes que al entrar.

- Con la obra demuestra de nuevo su pasión por el teatro de texto.
- Es el teatro que me conmueve, el que me atrae, me apasiona y me interesa. A él hay que servir. El texto es nuestra partitura.

Diario Vasco, 18-Junio-2009

CULTURA

La espera de Descartes

Flotats fue primer actor en el Théâtre de la Ville de París y, posteriormente formó parte de la Comédie-Française. Experiencia que no cree que le haga un actor diferente a lo habitual en España: «Quizás unas décadas atrás pudo ser, pero hoy no me veo con diferentes maneras de trabajar. Todo esto se está unificando mucho». Referencia del teatro catalán en los años ochenta. Puso en pie el Teatro Nacional de Cataluña y poco después se fue en pleno conflicto con la Generalitat. Hace ya años que trabaja y vive en Madrid, donde dice sentirse «tan cómodo como en cualquier parte en la que puedo trabajar con placer y con libertad, como también lo estaba en Barcelona o en París».

Descartes se ha hecho esperar por iniciativa propia. «No me veía aún haciéndolo. Como director no me daba el papel. Es una cuestión de cierta madurez o experiencia personal. Y de apariencia, de peso físico. No es estar más o menos gordo, sino lo que un personaje, cuando entra en escena, puede representar sin demasiadas artificialidades de maquillajes o de trajes. Hasta ahora no me veía como Descartes, pero el texto me apasionaba». Los aplausos que recibe tras la representación significan «la satisfacción del esfuerzo compartido, que el trabajo no ha sido en balde. ¡He conseguido comunicarme! Y eso me produce una gran alegría y también una enorme seguridad para seguir».

Diario Vasco, 18-Junio-2009

DJOSÉ-MARÍA FLOTATS, DIRECTOR Y ACTOR

El Victoria Eugenia ofrece este fin de semana la obra de Brisville, 'El encuentro de Descartes con Pascal joven'

Sólo una vez se encontraron Descartes y Pascal, los dos filósofos más importantes del XVII. Fue el 24 de septiembre de 1647. No existe rastro escrito de aquel encuentro que más de tres siglos después ha imaginado el dramaturgo Jean-Claude Brisville. Una cita con dos personalidades y dos vidas fascinantes que siguen perteneciendo a nuestro tiempo.

- ¿Qué plantea el autor sobre ese encuentro?
- Un diálogo, no un enfrentamiento. Hay confrontación de ideas y de posiciones sobre la vida, el arte, la salud, la política. Se sabe que estuvieron juntos más de cinco horas, pero no hay ningún testimonio escrito ni posterior correspondencia entre ellos. El autor se inspira no sólo en la obra escrita de ambos, sino en la enorme correspondencia que existe de los dos con otras personas. A partir de ahí Brisville construye unos personajes vivos porque en esas cartas están sus preocupaciones y anhelos.

- Eran las dos mentes más brillantes del siglo XVII
- Probablemente, pero no olvidemos que cuando se encuentran, Descartes ya había publicado toda su obra, mientras que Pascal no. En ese momento estaba en una de sus crisis místicas y deseaba abandonar toda la investigación científica y prepararse para el más allá. Ese fue uno de los choques con Descartes, que creía que esos pensamientos no debían ser para Pascal incompatibles con seguir con los temas científicos.

- Aunque se trata del encuentro de unas personalidades tan lúcidas, dice usted que no es una obra intelectual.
- No se dirige a gente con elevados estudios, ni a especialistas en historia o filosofía. Ellos son dos espíritus muy brillantes que hablan de la condición humana y lo hacen de temas que son todavía hoy contemporáneos. El tiempo pasa, pero las preguntas son las mismas. Puede cambiar la manera de resolverlas, no lo básico.

- ¿Qué destaca de Descartes y Pascal en la época de su encuentro?
- Pascal se ha unido a los jansenistas, un pequeño cisma del catolicismo. Piensan que la Iglesia no es sólo algo espiritual, sino que está demasiado comprometida con el poder. Se enfrentan a los jesuitas, representados por Richelieu y el poder absoluto de Luis XIII. Hoy en día podríamos llamar, quizás mal interpretado, al Pascal joven como uno de los primeros cristianos con un cierto integrismo.

- ¿Y Descartes?
- Es el hombre que, antes del llamado siglo de las luces, ya exige el derecho a pensar libremente. Eso era suficiente para ir a la hoguera, lo que explica que la mayor parte de su vida la vivió en Ámsterdam y no en Francia. Era una ciudad protestante, progresista y libre. Descartes dice que allí la gente se ocupa de los negocios y se puede pasar desapercibido. Tanto Pascal como Descartes coinciden como pensadores al margen de la sociedad dominante, pero entre ellos no comparten las mismas ideas sobre la vida. Debaten, pero no se oponen. Son hombres de bien, algo que hoy está en desuso. Están convencidos de sus ideas, pero se escuchan y dialogan.

- ¿La racionalidad de Descartes frente a la pasión de Pascal?
- Descartes intenta que la razón impere siempre y Pascal no puede entender eso. Cree que hay algo más, algo que nos supera. Pascal fue un hombre pobre, que vivió poco y con una salud muy frágil. Tenía terribles dolores de cabeza y estomacales. La obra habla de las pocas horas que el dolor le dejaba concentrarse y escribir.

- Hay una similitud con La cenaLa cena, también de Brisville que usted dirigió e interpretó, con Carmelo Gómez acompañándole en escena. Aquel encuentro ocurrió entre dos políticos, Tayllerand y Fouché, personajes de la Revolución francesa.
- El paralelismo es que ambas obras parten de un hecho real y contrastado, pero no tienen nada que ver entre ellas. La cena era un encuentro entre dos políticos astutos y corruptos, que se cambian cromos para mantenerse en el poder. Y lo de ahora es otra cosa bien diferente: el diálogo entre dos hombres que intentan convencerse el uno al otro sobre lo que creen que es la verdad. El encuentro es una obra más profunda en lo que a pensamiento y debate se trata, es brillantísima y amena. El público lo entiende todo y puede participar con esos dos grandes pensadores al mismo tiempo que se va instruyendo. Me dicen que salen más inteligentes que al entrar.

- Con la obra demuestra de nuevo su pasión por el teatro de texto.
- Es el teatro que me conmueve, el que me atrae, me apasiona y me interesa. A él hay que servir. El texto es nuestra partitura.

Ecodiario, 15-Junio-2009

El Teatre de Lliure lleva a las tablas la cinematográfica 'Nixon-Frost'

El Teatro Lliure abrirá en septiembre la temporada teatral 2009-2010 con una adaptación de Àlex Rigola de Nixon-Frost, la única obra teatral de Peter Morgan, autor del guión de la oscarizada 'The Queen', que ha sido llevada a la pantalla por Ron Howard.

Rigola ha adaptado para la escena del Lliure la obra de Morgan y contará para su puesta en escena con Lluís Marco, para el papel de Nixon, y con Joan Carreras, para el de Frost, entre otros actores, según ha explicado hoy el director artístico del Lliure.

Dos versiones

Alex Rigola presentará Nixon-Frost en dos versiones, con los mismos actores y directores pero en dos formatos diferentes: uno más realista y otro más conceptual, sin apenas escenografía y sólo con una pantalla de vídeo.

La primera versión de la obra, que tomó en el cine el nombre de El desafío Frost contra Nixon, contará con once actores, y la segunda tendrá ocho. Ambas se representarán también en castellano en El Matadero de Madrid.

Rigola escenificará la historia de un presentador mediático que, a finales de la década de 1978, se empeña y consigue entrevistar al ex presidente de los Estados Unidos Richard Nixon y logra que éste pida perdón ante las cámaras por el escándalo Watergate que acabó con su presidencia.

El Lliure arranca temporada 2009-2010 con esta producción y respaldado por una ocupación en las dos salas que en estos momentos ya raya el 70,3% de las plazas disponibles, lo que implica un aumento con respecto a la temporada anterior de un 2,3%.

El actor Josep María Flotats llegará esta temporada al Lliure, después de 32 años de ausencia, con el encuentro que el francés Jean-Claude Brisville imaginó entre dos de los hombres más sabios del siglo XVII, El encuentro de Descartes con Pascal, una obra que se ha visto en el Teatro Español de Madrid y en el que Flotats encarna a René Descartes.

El País, 14-Junio-2009

REPORTAJE: La semana por delante ESCENA

Imaginación y dialéctica

Cuando el montaje El encuentro de Descartes con Pascal joven estuvo programado en el Teatro Español mucha gente se encontró que cuando se quiso dar cuenta se le había escapado la posibilidad de ir. Ahora el festival Clásicos en Alcalá posibilita poder verlo dentro de un contenedor excepcional, como es el Corral de Comedias de Alcalá de Henares, considerado único en su género en Europa, lo cual ya sólo justifica un viaje a la bella ciudad complutense. El actor, director Josep Maria Flotats, uno de los grandes cracks del teatro español, se ha enfrentado despojando de todo tipo de parafernalias a este texto, traducido por Mauro Armiño, en el que Jean Claude Brisville imagina como pudo ser el encuentro que los dos filósofos tuvieron en vida, algo que está documentado, pero de lo que no dejaron nada escrito ninguno de ellos. Una pugna dialéctica de gran calado en la que un maduro Descartes de 51 años (interpretado por Flotats) y un joven Pascal de 24 (representado por Albert Triola) ponen de manifiesto su disparidad no sólo ideológica sino también vital y temperamental. "Descartes, heredero de la sabiduría del humanismo, es un personaje racionalista que ama la vida en sus menores detalles y aprovecha todas las oportunidades que ofrece: desde la comida al sexo; Pascal, en cambio, encarna la figura del joven atormentado que sólo vive por y para sus ideas", señala Flotats.

El Periódico, 13-Junio-2009

AVANCE DE LA PROGRAMACIÓN DE LA TEMPORADA 2009-2010

El Lliure llama a Flotats

Àlex Rigola dirigirá ‘Nixon-Frost’, con Lluís Marco y Joan Carreras, como espectáculo inaugura

El actor volverá al teatro tres décadas después de su último papel en el histórico local de Gràcia

La penúltima, y séptima, temporada de Àlex Rigola al frente del Teatre Lliure no quiere ser una más. O eso parece deducirse del amplio avance de programación que hizo ayer el director en el día de pasar balance del ejercicio, y a la espera de presentar el nuevo contrato–programa con las instituciones para el bienio 2010-2012. Acuerdo que aumentará los siete millones de presupuesto anual ante la reinaguración del histórico local de Gràcia, prevista para finales de primavera. Rigola, eso sí, quiso ser muy prudente con la fecha.

Una de las líneas de esa programación parece un guiño hacia el ansiado momento de reabrir un teatro cerrado en el 2001 tras 25 años de actividad. Así, Josep Maria Flotats pisará por primera vez el escenario de Montjuïc y volverá a un teatro para el que no ha trabajado desde 1978, cuando hizo La vida del rei Eduard II d’Angleterra, dirigido por Lluís Pasqual. Dos temporadas después de su Stalin del Tívoli, volverá a Barcelona con El encuentro de Descartes con Pascal joven, que estrenó en el Español de Madrid en enero y que dirige y protagoniza junto a Albert Triola.

GUIONISTA DE ÉXITO / En su adelanto, pendiente de los detalles de la presentación oficial en septiembre, Rigola solo concretó una fecha. La temporada se inaugurará con Nixon–Frost, a partir del texto de Peter Morgan, el oscarizado guionista de The Queen, que ha tenido exitosas versiones teatral y cinematográfica. Aborda la entrevista televisiva en la que el expresidente reconoció su culpa por el caso Watergate ante el periodista David Frost, todo un showman de la tele muy alejado del perfil del analista político.
El trabajo de Rigola, con Lluís Marco como Nixon y Joan Carreras como Frost, tendrá la particularidad de un doble formato. Primero se estrenará un montaje realista, con gran escenografía y 11 actores. Una semana después, llegará la versión «unplugged», más conceptual, con 8 actores y una pantalla de vídeo como único soporte. Esta se hará los miércoles y el sábado por la tarde.
El regreso de Flotats no supone la única mirada nostálgica hacia Gràcia. También lo es la recuperación de La pantera imperial, de Carles Santos, un estreno de septiembre del 97. «Lo veremos en el gran formato que allí no se pudo hacer», puntualizó Rigola. Aquel año, en febrero, Cesc Gelabert interpretó la coreografía Im (goldenen) Schnitt I, de Gerhard Bohner. También volverá a la Sala Fabià Puigserver. Igual se podría analizar Dues dones que ballen. Rigola dirigirá el nuevo texto de Benet i Jornet, con Anna Lizaran (fundadora y gran histórica del Lliure) y Alícia Pérez.

AUTORÍA CATALANA / Benet lidera la apuesta por la autoría catalana. Xavier Albertí presentará Al cel, texto de Narcís Comadira sobre Verdaguer, y La pajarera, con escritura de Lluïsa Cunillé sobre una cupletista del Paral·lel. Albert Espinosa, mientras, debutará en el Lliure con una obra de la que Rigola dijo que «irá sobre sexo».También serán catalanes los responsables del experimento teatral Dictadura, transició, democràcia. La idea es convocar a cuatro autores–directores de cuatro generaciones, que tengan 20, 30, 40-50 y 60-70 años, para que hagan una «aproximación sociopolítica» del año de su nacimiento en cuatro piezas de 20 minutos cada una, con la sala grande dividida en tres escenarios.
Ayer, Rigola solo explicó que participarán el treintañero Jordi Casanovas y los veinteañeros Nao Albet y Marcel Borràs, una pareja de hecho en osadas aventuras creativas.


El País, 13-Junio-2009

El Lliure abrirá temporada con una obra sobre Nixon

Flotats y Anna Lizaran actuarán en el teatro

Un surtido de noticias precedió ayer la tradicional botifarrada con la que el Teatre Lliure cierra temporada. Antes de ponerse manos a las brasas como suele, el director del colectivo, Àlex Rigola, presentó un avance de programación y un somero balance, aunque aún quedan por cuantificarse los espectáculos que se representarán en el contexto del festival Grec. El Lliure, dijo, ha conseguido el 70,3% de ocupación y unos 70.000 espectadores, que significan un aumento del 2,3% respecto a la pasada temporada. El Lliure abrirá la nueva temporada en septiembre con Nixon-Frost, de Peter Morgan, pieza teatral de 2006 sobre la serie de cuatro entrevistas televisivas que en 1977 le realizó al ex presidente el desenfadado presentador británico David Frost y en las que Nixon acabó reconociendo por primera vez su culpabilidad en el Watergate. La obra fue adaptada al cine en 2008 por Ron Howard con Frank Langella (Nixon) y David Sheen (Frost), el mismo reparto teatral original. En el montaje del Lliure, que dirigirá el propio Rigola, los protagonistas serán Lluís Marco (Nixon) y Joan Carreras (Frost). El espectáculo se presentará en dos formatos distintos que se alternarán en el escenario: una versión digamos convencional y otra que Rigola ha bautizado traviesamente como unplugged, más conceptual y sobria.

Josep Maria Flotats actuará por primera vez en el teatro de Montjuïc. Lo hará con su propio montaje El encuentro de Descartes con Pascal. Anna Lizaran interpretará Dues dones que ballen, la nueva obra de Josep Maria Benet i Jornet, un duelo con Alicia Pérez. Cuatro representantes de otras tantas generaciones crearán un montaje en cuatro partes sobre la posguerra, la dictadura, la transición y la democracia. Carlota Subirós estrenará Alicia en el país de las maravillas y Julio Manrique -incorporado como director residente- dirigirá American Buffalo. El dúo Albertí- Cunillé presentará La pajarera catalana, sobre una cupletista. Carles Santos -La pantera imperial en su versión completa, con coro- y Cesc Gelabert son otros atractivos de la temporada 2009-10, durante la que el Lliure presentará en París (Bobigny) 2666, que se repondrá brevemente en Barcelona.

Rigola explicó que el patronato de la fundación Teatre Lliure lo ha nombrado patrón vitalicio y que la 2010-11 será su última temporada como director. El contrato programa con las administraciones hasta 2012 está ya prácticamente listo y será presentado en breve. En cuanto a la sede de Gràcia, en obras, se calcula que se dispondrá de ella en abril. Frederic Amat trabaja en una intervención plástica en la zona de la escalera.

El Cultural, 12-Junio-2009

El Lliure abre temporada con Nixon-Frost, la única obra de Peter Morgan

Álex Rigola dirigirá esta versión que se representará alternando una escenografía convencional y otra simbolista

El Teatro Lliure abrirá en septiembre la temporada teatral 2009-2010 con una adaptación de Àlex Rigola de Nixon-Frost, la única obra teatral de Peter Morgan, autor del guión de la oscarizada The Queen, que ha sido llevada a la pantalla por Ron Howard.

Rigola ha adaptado para la escena del Lliure la obra de Morgan y contará para su puesta en escena con Lluís Marco, para el papel de Nixon, y con Joan Carreras, para el de Frost, entre otros actores, según ha explicado hoy el director artístico del Lliure.

Alex Rigola presentará Nixon-Frost en dos versiones, con los mismos actores y directores pero en dos formatos diferentes: uno más realista y otro más conceptual, sin apenas escenografía y sólo con una pantalla de vídeo.

La primera versión de la obra, que tomó en el cine el nombre de El desafío Frost contra Nixon, contará con once actores, y la segunda tendrá ocho. Ambas se representarán también en castellano en El Matadero de Madrid.

Rigola escenificará la historia de un presentador mediático que, a finales de la década de 1978, se empeña y consigue entrevistar al ex presidente de los Estados Unidos Richard Nixon y logra que éste pida perdón ante las cámaras por el escándalo Watergate que acabó con su presidencia.

El Lliure arranca temporada 2009-2010 con esta producción y respaldado por una ocupación en las dos salas que en estos momentos ya raya el 70,3% de las plazas disponibles, lo que implica un aumento con respecto a la temporada anterior de un 2,3%.

El actor Josep María Flotats llegará esta temporada al Lliure, después de 32 años de ausencia, con el encuentro que el francés Jean-Claude Brisville imaginó entre dos de los hombres más sabios del siglo XVII, El encuentro de Descartes con Pascal, una obra que se ha visto en el Teatro Español de Madrid y en el que Flotats encarna a René Descartes.

La Vanguardia, 12-Junio-2009

La Fundación Lliure nombra a Rigola patrón vitalicio

El director teatral reitera que se va e insta a pensar ya en su sustituto, que recomienda que sea un artista y no un gestor cultural

La Fundación Teatro Lliure ha nombrado hoy al director artístico del teatro, Àlex Rigola, patrón vitalicio y Rigola ha recomendado en la misma reunión a los patronos que "hay que empezar a pensar" en su sustituto, que ha recomendado sea un artista, no un gestor cultural.

Rigola ha reiterado en la reunión de la fundación, celebrada este viernes, y durante la presentación de la próxima temporada del teatro, que dejará dentro de dos años, tal como ha anunciado en varias ocasiones, la dirección artística del teatro.

"Me queda esta temporada y la próxima, la temporada 2010-2011 y después de ocho años seguidos es importante para ciudad y el territorio que la gente se vaya renovando", ha señalado Rigola.

El director teatral ha recomendado a la fundación gestora del Lliure que "sea también una artista el que se haga cargo de la dirección artística del Lliure" a partir de la temporada 2011-2012 y "no un gestor cultural".

Rigola ha señalado que el Lliure "es el lugar en donde podía estar mejor" ya que, mientras ha visto gente que se agota en un cargo público, él disfruta de "un grado importante de libertad", además de contar con la confianza del patronato, lo que le da "cierta independencia, no en vano es por ello el teatro más envidiado de España".

Alex Rigola dejará el Lliure con su antigua sala de Gracia inaugurada, tras haberse superado la primera fase de las obras, mientras que en la próxima temporada se llevarán a cabo los trabajos relativos a las instalaciones y equipamientos, que ya estarán listas la temporada que viene, según el director artístico del teatro.

Una vez acabadas las obras, el Espai Lliure de Montjuïc se convertirá en sala de ensayos, tal como estaba previsto en su diseño inicial y el Lliure de Gracia será una sala más del teatro.

Rigola ha anunciado una intervención del artista plástico Frederic Amat en la escalera del Teatro Lliure de Gràcia cuyos dibujos ya ha presentado al patronato del Lliure.

El artista ha dicho a EFE que la "idea no es hacer una cosa decorativa, sino algo que implique a las personas en el teatro, una intervención relativa a la memoria del teatro".

El director artístico del teatro público ha anunciado que volverá a poner su espectáculo "Rock'n'roll", basado en un texto de Tom Stoppard, y "2666", el montaje que realizó sobre la obra póstuma del chileno Roberto Bolaño, premiado con un Max, y que también viajará al teatro Bobigny de París.


El Cultural, 12-Junio-2009

Festivales de Teatro

Los clásicos vuelven a dominar el verano

Con la excepción del Grec, los Veranos de la Villa y el Puerta del Mediterráneo, la mayoría de los festivales de verano están dedicados al teatro clásico. Destaca Mérida, el más antiguo y centrado en los autores grecorromanos, y Almagro, que concentra el grueso de las obras que se hacen en nuestro país sobre el Siglo de Oro. Porque los festivales, además de reclamo turístico, son el gran acicate de la producción escénica durante el estío. Hay espectáculos que nacen y mueren sólo para alimentar estos circuitos. El Cultural ha seleccionado los de mayor interés y a sus protagonistas.


Teatro Clásico de Cáceres
Hasta el 27 de junio
Cáceres es un magnífico decorado para este festival, dedicado íntegramente a los clásicos y que este año celebra su vigésima edición. Su director, Isidro Timón, ha concitado un buen número de obras que luego se verán también en otras plazas festivaleras. Abrió el certamen ayer el Dom Juan, de Molière, dirigido por Jean-Daniel Laval (aún puede verse hoy). A continuación, Lope será el protagonista con la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), que presenta La estrella de Sevilla. Destaca también el espectáculo de Micomicón, Basta que me escuchen las estrellas, sobre la vida del Fénix de los Ingenios. La recuperación que ha hecho Helena Pimenta de su más exitosa producción, Sueño de una noche de verano, La dama duende, de Calderón, que dirige Gabriel Garbisu y Una noche con El Brujo destacan también en la programación. El Festival organiza actividades para niños, conferencias y cursos universitarios.


Clásicos en Alcalá
Hasta el 28 de junio
La ciudad complutense acoge desde hace nueve años este festival que comparte con el de Cáceres ser el preludio del más famoso de todos, el de Almagro. Este año se ha abierto con la Fuenteovejuna ideada por el coreógrafo y bailarín Antonio Gades y que baila la compañía que lleva su nombre. Como es habitual, la programación gira en torno a Lope y a Shakespeare, pero está también presente Cervantes, Fernando de Rojas y Feliciana Enríquez de Guzmán . De Lope, encontramos la inusual La Gatomaquia, La viuda valenciana y una adaptación de Micomicón de su ensayo Arte nuevo de hacer comedias. Hay obras inspiradas libremente en títulos del bardo inglés como Shakespeare in Fight, la ópera Dos Delirios. Variaciones sobre Shakespeare o la producción lusa Burger King Lear. Pepe Ortega presenta una adaptación de Rinconete y Cortadillo y de El licenciado Vidriera. Flotats acude con Encuentro de Descartes con Pascal Joven y un antiguo trabajo de Juan Dolores Caballero, Las gracias mohosas, deleitará al respetable con un retrato que aborda la fealdad.


Grec de Barcelona
Del 20 de junio al 2 de agosto
Dedicado al teatro, la danza y la música, este certamen convierte el verano barcelonés en una fiesta escénica. En el capítulo teatral abundan este año los directores italianos: Romeo Castelucci presenta su trilogía Paradiso, Purgatorio e Inferno), Lucca Ronconi con su versión para el Piccolo de Sueño de una noche de verano, y Pippo Delbono con La menzogna. Empieza a funcionar la red de producción y distribución Kadmos, entre varios festivales mediterráneos (Grec, Aviñón y Estambul) con el encargo al cineasta israelí Amos Gitai de La guerra dels fills de la llum contre el fils de les tenebres (La guerra de los hijos de la luz contra los hijos de las tinieblas) que protagoniza Jeanne Moreau, inspirado en La guerra de los judíos de Josep Flaví. Y en el apartado de danza destaca el espectáculo concebido e interpretado por la bailarina Silvye Guillem, el director canadiense Robert Lepage y Russell Maliphant. Entre las compañías nacionales, y por ello el Grec entiende catalanas, figuran Bieito y su Don Carlos, El cuadernos gris de Pla que ha adaptado Joan Ollé , y la feliz recuperación del texto más famosos de John Osborne, Look back in Anger, titulado aquí, Stolkülm. De autoría contemporánea destaca lo último de Jordi Casanovas (Julia smells like teen spirit), de Sanchis Sinisterra (Vagas noticias de Klamm), y de Pau Miró (Girafes). También figura la trilogía Edipo dirigida por Lavaudant.


Mérida
Del 27 de junio al 30 de agosto
El de Mérida no es sólo el festival más antiguo de los que se celebran en España (este año cumple su 55 edición), también uno de los pocos que produce espectáculos y, posiblemente, de no existir difícilmente se haría en España teatro grecolatino. Tiene lugar en el magnífico teatro romano, durante los calurosos meses de julio y agosto, por lo que las funciones no comienzan hasta la caída del sol. La programación de este año se abre con una gala en la que intervienen los castellonenses Xarxa, compañía especializada en teatro de calle, y la Orquesta de Extremadura, que interpretará la Sinfonía nº1 de Mahler. El director Miguel Narros ha recuperado una Fedra flamenca que dirigió en 1990 para Manuela Vargas y que ahora baila Lola Greco (entrevista en página 58).
Le seguirá a continuación la compañía madrileña Animalario que dirige Andrés Lima y que se enfrenta por primera vez a Shakespeare, al más sanguinario de todos sus textos: Tito Andrónico. El Brujo ofrece un recital inspirado en El Evangelio de San Juan y Tamzin Townsend dirige al actor Marcial álvarez en la comedia de Plauto, Los gemelos. El capítulo de danza lo complementa el Corella Ballet de Castilla-León, de Angel Corella, que presenta la coreografía de Petipa, Diana y Acteón, además de un programa con tres obras de su repertorio. El Festival culmina con la representación de Medea por Blanca Portillo, en una producción muy simbólica que estará dirigida por su habitual colaborador Tomaz Pandur.


Veranos de la Villa de Madrid
Del 25 de junio al 23 de agosto
Este año los Veranos de la Villa han perdido su excepcional enclave en el centro de la ciudad, el cuartel del Conde Duque, para trasladarse a la Casa de Campo. Allí la programación congrega sobre todo a estrellas de la música pero se inaugura con un gran espectáculo: el musical americano West Side Story, que el director Joe McKneely ha recuperado con motivo de su 50 aniversario. Los Veranos se extienden a numerosas salas privadas de teatro de la ciudad, y también a los Jardines de Sabatini, donde actuará el italiano Roberto Benigni y los flamencos Farruco y Carmen Linares. Hay también espectáculos de calle y música clásica al aire libre en rincones y plazas.


Teatro Clásico de Almagro
Del 2 al 26 de julio
Bajo el lema “Almagro es de Lope” se celebra este año el festival de los clásicos de más raigambre en el país. Hace 400 años que Lope de Vega publicó su profético y polémico Arte nuevo de hacer comedias, y el director del Festival, Emilio Hernández, ha querido conmemorarlo. Hay pues muchas obras de Lope, algunas ya presentadas en Cáceres y Alcalá, y expertos debatirán sobre el valor de su pequeño opúsculo. Pero comparecen también un buen número de producciones de otros autores para ocupar la multiplicidad de escenarios del festival. Se incluye un merecido homenaje a César Oliva, uno de los gestores fundacionales del Festival, y se otorga el premio Corral de Comedias al director José Carlos Plaza.
De Lope se presentan nada menos que cuatro producciones distintas de Fuenteovejuna: la japonesa de la compañía Ksec Act, la de Rakatá, y la dirigida por Liuba Cid para la compañía Mefisto; hay también un proyecto educativo de la Compañía Joven del Sur de Parla. Como es habitual, la CNTC presenta dos obras: La estrella de Sevilla y el estreno ¿De cuándo acá nos vimos?. Y Laila Ripoll y Mariano Llorente han despertado muchas expectativas con su Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo. No podía faltar de este autor El caballero de Olmedo, por los vallisoletanos Corsario, La dama boba, por Pie Izquierdo, y La gatomaquia, dirigida por Héctor Manuel Vidal. En torno a Shakespeare se dan cita Tito Adrónico de Animalario, la versión de Sueño de una noche de verano de la compañía Morboria y la de Irina Brook (que acude también con Somewhere... La Mancha). De Portugal llegan libérrimas adaptaciones de obras como La tempestad (en un vaso de agua) y Burgher King Lear. Estarán presentes también Cervantes (Quijote, por Teatro Fontanka de San Petesburgo, El licenciado Vidriera...), Calderón (La dama duende), Tirso de Molina (La celosa de sí misma), y autores contemporáneos como Sanchis Sinisterra o Jean Claude Brisville.


Olite (Navarra)
Del 17 de julio al 1 de agosto
Este año celebra su décima edición con una oferta de calidad, a pesar de sus limitadas dimensiones. La hermosa localidad navarra reúne las obras emblemáticas del circuito veraniego (Sueño de una noche... de Ur Teatro, las producciones de la CNTC, Las gracias mohosas de El Velador, Auto de los Reyes Magos, de Nao D’Amores ...), y se distingue por rescatar El idiota en Versalles, de Chema Cardeña y dirigida por Carme Portaceli, Historias de Martín de Villalba, de Lope de Rueda y dirigida por Etelvino Vázquez y una revisión de la actividad de los juglares desde la perspectiva de la commedia dell’arte que la actriz Eugenia Manzanera protagoniza en Lorenza Malandanza y que representa al aire libre. La nota más entretenida es el itinerario que se ofrece en el Castillo, que recrea las escenas más famosas y trágicas del teatro universal de la mano de Toronto’s Wax Museum.


Puerta del Mediterráneo
Del 7 al 15 de agosto
Este festival tiene lugar en dos pequeños pueblos de Teruel, Rubielos de Mora y Mora de Rubielos y en la pasada edición registró nada menos que 8.000 espectadores. La programación es variada en géneros (circo, danza, teatro..), pues reúne pocos espectáculos pero seleccionados con gusto y acierto por Toño Monzón, su director. Muy especial será Hotel Paradiso, por la compañía de teatro gestual Familie Flüz, una obra que El Cultural eligió como una de las mejores del pasado año. El director andaluz Pedro Alvarez-Ossorio estrena Maria Estuardo, de Schiller. También incluye un divertido musical de tintes góticos, Rudiggore o La estirpe maldita. Además, el grupo El espejo negro presenta Los perros flauta. En una producción de zarzuela del Auditorio de Zaragoza participa el bailarín aragonés Miguel Angel Berna. Y una sorpresa: Apuntes sobre animales, encuentros y autopistas, un experimento escénico especialmente encargado por el Festival.


De Aviñón a Edimburgo

Hay en Europa dos festivales emblemáticos, nacidos después de la II Guerra Mundial, que sirven de espejo a a otros de menor calibre. Uno es el Festival de Aviñón, que este año celebra su 63 edición y tiene por protagonista al canadiense de origen libanés Wajdi Mouwad, de quien se escenificarán cuatro obras. Presentes otros grandes de la escena europea como el polaco Warlikovski, el suizo Marthaler o el holandés Jan Lewers. España está representada con el baile de Israel Galván. Del 7 al 29 de julio. El otro es el Festival de Edimburgo, dedicado a la lírica, la danza y el teatro y cuya programación se inspira este año en el periodo de la Ilustración. De nuestro país ha sido invitada la compañía de Cesc Gelabert, que junto con la de MIchael Clark y el Ballet de Escocia conforman el capítulo de danza. En teatro, llega de Singapur Diaspora, espectáculo de vídeo, música y teatro dirigido por Ong Keng Sen. Y Dublin’s Gate Theatre presenta tres obras de Brian Friel, el autor irlandés vivo más famoso. Del 14 de agosto al 6 de septiembre. Aunque sin duda, la capital escocesa merece la atención de los aficionados por el Fringe, de carácter más popular y callejero, al que acuden miles de compañías y artistas. Del 7 al 31 de agosto. Y hay un festival de danza en Francia que no puede pasar inadvertido por conciliar estrellas con coreógrafos que prometen: Montpellier Danse, dirigido por Jean Paul Montanari. Este año acuden desde los españoles Blanca Li, Mercedes Ruíz y Galván, a Mark Morris y Bruno Beltrao. Del 19 de junio al 4 de julio.

Miciudadreal.es 10-Junio-2009

El área de Cultura organiza un viaje a Almagro para asistir a dos de las representaciones previstas en el festival de teatro clásico

El área de Cultura organiza un viaje a Almagro para asistir a dos de las representaciones previstas en el festival de teatro clásico


El área de Cultura del Ayuntamiento de la ciudad ha organizado dos viajes con “mucha marcha cultural” para el próximo mes de julio. El destino será Almagro, coincidiendo con la celebración del XXXII festival internacional de Teatro Clásico que se celebra en la localidad encajera del 2 al 26 de julio.

El primer viaje tendrá lugar el jueves día 9 de julio y la finalidad es asistir a la representación de “El encuentro entre Pascal y Descartes”, de Jean-Claude Brisville que tendrá lugar en el Teatro Municipal de Almagro bajo la dirección e interpretación de José Mª Flotats. Los aficionados además tendrán la oportunidad de repetir experiencia el miércoles 22 de julio y asistir, en el hospital de San Juan la representación de “La estrella de Sevilla”, obra, como se sabe, atribuida a Lope de Vega que pondrá en escena la Compañía Nacional de Teatro Clásico en una versión y bajo la dirección de Eduardo Vasco. Ambos espectáculos darán comienzo a las 22´45 h.

Las entradas pueden retirarse en la Posada de los Portales al precio de 15 € que incluye la entrada al teatro en localidad preferente y el desplazamiento en autobús. Las salidas están previstas en la plaza de España de Tomelloso a las 20´00 h. el mismo día de la representación.