CULTURA
La espera de Descartes
Flotats fue primer actor en el Théâtre de la Ville de París y, posteriormente formó parte de la Comédie-Française. Experiencia que no cree que le haga un actor diferente a lo habitual en España: «Quizás unas décadas atrás pudo ser, pero hoy no me veo con diferentes maneras de trabajar. Todo esto se está unificando mucho». Referencia del teatro catalán en los años ochenta. Puso en pie el Teatro Nacional de Cataluña y poco después se fue en pleno conflicto con la Generalitat. Hace ya años que trabaja y vive en Madrid, donde dice sentirse «tan cómodo como en cualquier parte en la que puedo trabajar con placer y con libertad, como también lo estaba en Barcelona o en París».Descartes se ha hecho esperar por iniciativa propia. «No me veía aún haciéndolo. Como director no me daba el papel. Es una cuestión de cierta madurez o experiencia personal. Y de apariencia, de peso físico. No es estar más o menos gordo, sino lo que un personaje, cuando entra en escena, puede representar sin demasiadas artificialidades de maquillajes o de trajes. Hasta ahora no me veía como Descartes, pero el texto me apasionaba». Los aplausos que recibe tras la representación significan «la satisfacción del esfuerzo compartido, que el trabajo no ha sido en balde. ¡He conseguido comunicarme! Y eso me produce una gran alegría y también una enorme seguridad para seguir».
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