Josep María Flotats : "Trabajo para convencerme de que mañana será mejor que hoy"
El próximo día 13, Josep María Flotats inicia en Vitoria la gira de su última obra: El encuentro de Descartes con Pascal joven.Arte, París 1940, La Cena, Stalin… y, ahora, El encuentro entre Descartes y Pascal joven. El 13 de marzo abre gira en Vitoria y sus compromisos llegan hasta bien entrado 2010. Director, actor, escenógrafo, productor… Flotats emociona, convence y eleva el teatro a arte mayor. De él se pueden destacar su exquisita dicción, su enorme variedad de registros, su lenguaje templado y calmo… pero, por encima de todo, su honradez, su exquisitez de modales y su ternura tan particular.
Enhorabuena por este nuevo exitazo.
Gracias, veo el teatro lleno, la gente aplaude y sólo puedo decir: gracias.
Madrid se ha rendido otra vez ante Flotats, ¿es plaza conquistada?
Nunca nada es conquistado en teatro. Cada día es un nuevo examen y, si funciona, una propina. Hoy es causalidad; a lo mejor mañana, no.
El suyo es teatro de texto, sin embargo el cómo llega a superar al qué.
Sí, porque se puede destrozar a Bach.; pero, si se toca bien, es una sublimidad. El teatro es eso.
Se sabe que Descartes y Pascal se encontraron, pero no qué se dijeron.
Como siempre, los poetas son adivinos y construyen la realidad. Brisville inventa lo que pudo suceder en aquel encuentro.
¿Se ha dejado seducir por Descartes?
Mi formación francesa es completamente cartesiana, aunque yo soy un admirador de Pascal por la obra escrita. Lettres provinciales es una obra magnífica con una ironía extraordinaria.
¿No ha disfrazado un poco a Descartes, presentándolo más tierno y sentimental de lo que hemos estudiado?
Este es el Descartes que Brisville quería. Me contó que, al leer su enorme correspondencia, se paró en una frase importante que escribió cuando murió su hija: “No soy de los que piensan que las lágrimas son cosas sobre mujeres”. Ahí se le hizo un personaje entrañable y quiso humanizarlo.
Frente a la razón de Descartes me quedo con la pasión de Pascal.
A mí también me fascina Pascal por su fe absoluta, por su voluntad de “o todo o nada”, que algunos seguimos teniendo. Pero también me apasiona Descartes por su sensatez, por ese equilibrio emocional que uno no tiene y que le gustaría tener.
¿Es usted un escéptico?
¡Nooo!, soy un pesimista activo. No creo que mañana sea mejor que hoy, pero trabajo porque quiero convencerme de que sí lo será; de lo contrario, no podría seguir adelantando.
Llegado el momento, ¿cómo trataría de salvar su alma?
Repaso mi vida desde niño… y creo que no he cometido faltas graves.
Eso se llama tranquilidad de conciencia.
No sé si es eso, quizá tenga remordimientos de no haber dedicado más tiempo a la gente que quería y ya no está. Pero digamos que no tengo conciencia de haber cometido barbaridades que exijan un juicio (se ríe).
¿Está usted salvado?
No lo sé, pero me molesta creer que yo no debería tener que rendir cuentas graves porque pienso que, entonces, la gente mala que merecería castigo no lo tendría y eso me aterra; eso sí que me pone de mal humor.
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