Amena filosofía de vida
Las cosas de la vida, vistas por dos filósofos "de una inteligencia agudísima y llena de humor e ironía". Este el tema central de El encuentro, que se estrenó anoche en el Teatro Olympia de Valencia y permanecerá en cartel hasta el domingo.
El reconocido actor Josep Maria Flotats dirige y coprotagoniza, junto a Albert Riola, la obra en la que Jean-Claude Brisville imagina cómo fue el diálogo entre los pensadores René Descartes y Blaise Pascal , celebrado en París en 1647.
Flotats destacó ayer en la presentación que se trata de un espectáculo "que hace desconectar de todo". La recreación literaria de aquel encuentro real se traslada al escenario de una forma "amena". Según explicó el director, la traducción de Mauro Armiño ha conseguido mantener un lenguaje "muy culto, pero totalmente comprensible" y que no reproduce el estilo "artificial o acartonado" del siglo XVII.
"No hace falta ningún curso de filosofía. Se pasa bien", resumió Flotats, quien ya llevó a las tablas otra pieza de Brisville, La cena. El montaje, procedente del Teatro español de Madrid, cuenta con el diseño de iluminación de Albert Faura. Una vela simboliza la brillantez de los dos personajes, Descartes y Pascal, "rodeados de la oscuridad", mucho antes de alcanzar "el Siglo de las Luces, el XVIII".
Albert Triola ha participado en sus 12 años de carrera en proyectos como El sueño de Mozart. Para él, trabajar con Flotats supone "un regalo, un privilegio". Ensalzó la "experiencia brutal" que significa ponerse a las órdenes de "un maestro".
Los actores tuvieron hasta ocho meses de ensayo, mucho más de los dos o tres más habituales, "algo que nota el público", apuntó Triola.
Conceptos opuestos
Si en La Cena Flotats y Carmelo Gómez interpretaban a dos malvados (Tayllerand y Fouché), esta vez él y Triola encarnan a dos personajes con diferentes maneras de pensar, con "conceptos opuestos de la vida, pero con interés por debatirlos"
La iniciativa de aquel encuentro de los filósofos más brillantes del XVII partió de Descartes. Con 51 años, cerca del final de su vida y con casi toda su obra publicada (falleció tres años después en Estocolmo), tuvo interés en conocer "a ese joven genio del que tanto se hablaba". El matemático y pensador Blaise Pascal, que contaba 24 años en 1647, había inventado a los 16 la primera máquina aritmética. Después destacó por aportaciones como la prensa hidráulica.
El director destacó que lo más importante de la obra es el texto ideado por Jean-Claude Brisville, que se basó en las cartas de los personajes (aunque no entre ellos), ya que no existe ningún escrito sobre lo que hablaron Descartes y Pascal. Sí se sabe que hablaron durante casi seis horas en el convento de los Mínimos.
Para romper el riesgo de una conversación "aparentemente estática" de dos actores, se busca el movimiento con la compenetración de ambos, que buscan el "ritmo indispensable", como si se tratara de dos virtuosos de la música.
Ambos personajes se encuentran "marginados" por el poder de Luis XIII y Richelieu. Descartes por librepensador, y Pascal por lo mismo y por su jansenismo, movimiento religioso "disidente" del catolicismo oficial. El primero llega a la cita con el reconocimiento a su carrera. El más joven, de salud enfermiza, pasa por un momento de "crisis mística".
Las funciones que quedan son hoy a las 22 horas, mañana a las 19.30 y 22 h. y domingo a las 19 h. Las entradas, a 20 ó 26 euros.
El reconocido actor Josep Maria Flotats dirige y coprotagoniza, junto a Albert Riola, la obra en la que Jean-Claude Brisville imagina cómo fue el diálogo entre los pensadores René Descartes y Blaise Pascal , celebrado en París en 1647.
Flotats destacó ayer en la presentación que se trata de un espectáculo "que hace desconectar de todo". La recreación literaria de aquel encuentro real se traslada al escenario de una forma "amena". Según explicó el director, la traducción de Mauro Armiño ha conseguido mantener un lenguaje "muy culto, pero totalmente comprensible" y que no reproduce el estilo "artificial o acartonado" del siglo XVII.
"No hace falta ningún curso de filosofía. Se pasa bien", resumió Flotats, quien ya llevó a las tablas otra pieza de Brisville, La cena. El montaje, procedente del Teatro español de Madrid, cuenta con el diseño de iluminación de Albert Faura. Una vela simboliza la brillantez de los dos personajes, Descartes y Pascal, "rodeados de la oscuridad", mucho antes de alcanzar "el Siglo de las Luces, el XVIII".
Albert Triola ha participado en sus 12 años de carrera en proyectos como El sueño de Mozart. Para él, trabajar con Flotats supone "un regalo, un privilegio". Ensalzó la "experiencia brutal" que significa ponerse a las órdenes de "un maestro".
Los actores tuvieron hasta ocho meses de ensayo, mucho más de los dos o tres más habituales, "algo que nota el público", apuntó Triola.
Conceptos opuestos
Si en La Cena Flotats y Carmelo Gómez interpretaban a dos malvados (Tayllerand y Fouché), esta vez él y Triola encarnan a dos personajes con diferentes maneras de pensar, con "conceptos opuestos de la vida, pero con interés por debatirlos"
La iniciativa de aquel encuentro de los filósofos más brillantes del XVII partió de Descartes. Con 51 años, cerca del final de su vida y con casi toda su obra publicada (falleció tres años después en Estocolmo), tuvo interés en conocer "a ese joven genio del que tanto se hablaba". El matemático y pensador Blaise Pascal, que contaba 24 años en 1647, había inventado a los 16 la primera máquina aritmética. Después destacó por aportaciones como la prensa hidráulica.
El director destacó que lo más importante de la obra es el texto ideado por Jean-Claude Brisville, que se basó en las cartas de los personajes (aunque no entre ellos), ya que no existe ningún escrito sobre lo que hablaron Descartes y Pascal. Sí se sabe que hablaron durante casi seis horas en el convento de los Mínimos.
Para romper el riesgo de una conversación "aparentemente estática" de dos actores, se busca el movimiento con la compenetración de ambos, que buscan el "ritmo indispensable", como si se tratara de dos virtuosos de la música.
Ambos personajes se encuentran "marginados" por el poder de Luis XIII y Richelieu. Descartes por librepensador, y Pascal por lo mismo y por su jansenismo, movimiento religioso "disidente" del catolicismo oficial. El primero llega a la cita con el reconocimiento a su carrera. El más joven, de salud enfermiza, pasa por un momento de "crisis mística".
Las funciones que quedan son hoy a las 22 horas, mañana a las 19.30 y 22 h. y domingo a las 19 h. Las entradas, a 20 ó 26 euros.
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